Desde comienzos de la pandemia del coronavirus, se ha hecho especial énfasis en las distintas medidas necesarias para prevenir el contagio y el desarrollo de la enfermedad de manera grave.
En este sentido, además de las medidas de cuidado que se deben tener todos los días y cada vez que se esté en contacto con otros, es importante mantener un sistema inmunológico activo y cuidado para poder prevenir que la enfermedad se desarrolle de una manera grave.
El COVID-19 afecta especialmente a las personas mayores y a quienes tienen enfermedades preexistentes. Por eso, en tanto la pandemia continúe, es fundamental mantener las medidas básicas de cuidado.
Estas incluyen: el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos, la desinfección y limpieza de ambientes, la distancia respecto de otras personas, entre otras. Además, se puede aportar mantener un sistema inmunológico fuerte.
Alimentación y sistema inmunológico
Una alimentación balanceada, basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas, al igual que zinc, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Esto evita el desarrollo de ciertas enfermedades, así como puede ayudar a reducir los síntomas o la gravedad de otras.
Para poder tener un sistema inmunológico sano, es fundamental una dieta completa. Esta debe incluir frutas y vegetales frescos, por su amplio contenido de vitaminas y de minerales. Estos, además, se encuentran en los alimentos de origen animal, pero también en los cereales y en las grasas saludables (como es el caso del aguacate y del aceite de oliva).
También hay alimentos que aportan probióticos. Estos se encuentran especialmente en los productos lácteos fermentados, como es el caso del yogurt, que fortalecen el sistema inmunológico. Las legumbres, como los garbanzos y otros, ayudan a que el cuerpo se defienda mejor frente a las enfermedades.
El zinc y la salud
El zinc es un oligoelemento vital para mantener el cuerpo saludable. Se encuentra en segundo lugar, solo después del hierro, por su concentración en el organismo. El zinc se encuentra en células a lo largo de todo el cuerpo.
Este es especialmente importante para mantener un buen funcionamiento del sistema de defensa. Es un elemento que participa en la división y en el crecimiento de las células, del mismo modo que en la cicatrización de heridas y en el metabolismo de los carbohidratos consumidos.
Además de lo mencionado, el zinc es necesario para el buen funcionamiento de los sentidos del gusto y del olfato. A su vez, durante el embarazo, el proceso de lactancia y a lo largo de la niñez, se necesita del zinc para el crecimiento de los cuerpos y así poder desarrollarse de la manera adecuada. Asimismo, es un oligoelemento que aumenta el efecto de la insulina.
Al respecto de los suplementos de zinc, cuando se toman durante cinco meses, este puede ayudar a reducir el riesgo de contraer resfriados comunes. A la hora de iniciar la toma de suplementos de este nutriente, es importante consultar con un profesional de la salud, a fin de evaluar si hay una deficiencia de este nutriente y es necesario compensarlo.